jueves, 2 de julio de 2015

Días 21, 22 y 23 de junio. El Valle Sagrado.

El valle sagrado de los incas se encuentra al norte de Cusco, la capital del Imperio Inca. En un principio decidimos visitar dos de las ciudades más importantes Pisac y Ollantaytambo. Realizamos dos excursiones desde Cusco, un día para cada ciudad.
Nos levantamos temprano y nos dirigimos hacia la estación de los colectivos que te llevaban directamente al pueblo de Pisac. Decidimos ir primero a este pueblo porque era domingo, y en ellos celebran el famoso mercado de artesanía de Pisac. Cuando llegamos, la verdad que el mercado no nos pareció nada del otro mundo, pero si que pude realizar una de las estampas del viaje.
Como el mercado no era muy interesante emprendimos camino hacia la ciudadela. Preguntando nos enteramos que la ciudadela está a hora y media de subida por encima del pueblo, y después de nuestra subida a Huayna Picchu no teníamos fuerzas para subir otra vez, buscamos otro camino alternativo en el pueblo después de coger fuerzas en el mercado, ya que nos comentaron que hay tres formas de subir a la ciudadela. Una es andando, descartada!!!, otra es en taxi 25 soles y la otra en un colectivo que te deja en un desvío de la carretera a treinta minutos andando de la ciudadela, el colectivo 2 soles por persona, esta es nuestra opción. Lo intentamos, volvimos a preguntar, unos nos
decían, es en la otra esquina, no! es al final de la calle... creo que es arribita de la cuestita... cuando ya estábamos a punto de rendirnos e irnos hacia Ollantaytambo nos dirigimos a una pequeña multivan a preguntar una vez y si!!!! Nos dijo que sí, él nos podría llevar al desvío. Dicho y hecho ya estábamos en el desvío y a lo lejos veíamos la entrada de la ciudadela. De camino a ella un taxista nos dijo que había un camino más corto, le hicimos caso y,al cruzar una curva, nos encontramos con esta imagen.Terrazas incas en perfecto estado de conservación. Estas terrazas tenían un doble uso, eran usadas para el cultivo y también como método de defensa. Cuando comenzamos a subir por la escalera lateral que daba acceso a las edificaciones llegamos y cruzamos la puerta inca de la ciudadela
Subimos, subimos y subimos, hasta llegar a lo más alto donde teníamos estas vistas increíbles.
Tengo que decir que para nosotros Pisac, después de Machupicchu, es de las ciudadelas mejor conservadas , donde puedes hacerte una idea general de cómo vivían aquellas comunidades precolombinas y de las maravillas que pudieron llegar a crear, como el templo del sol que se encuentra a treinta minutos caminando, impresionante.
La vuelta al pueblo fue caminando, una bajada que hizo darnos buena cuenta de lo bien que hicimos buscando otras formas de subir. De vuelta al Cusco lo pasamos genial, en un colectivo lleno de gente, de pie y con la cara pegada al cristal durante una hora, sin duda no fue de las mejores experiencias del viaje, pero lo mejor estaba por llegar. Cuando cruzamos la puerta de la casa de Imelda, estaba esperándonos para ir a probar el mejor pisco sour de Cusco, un coctel a base de pisco, limón, clara de huevo y angostura, y además ¿por que no? enseñarnos la noche cusqueña. Pues eso! allí nos fuimos, entramos en un bar de la plaza de armas y nos tomamos unos pisco sour, que por cierto están buenísimos, y de allí a tomar cerveza a morro en una discoteca de la zona. Lo pasamos genial, se que suena repetitivo, pero una vez más, gracias Imelda!!!!
Pero no solo la vida cusqueña se puede ver de noche, también podemos vivir como viven ellos el día, y eso intentó Imelda que pasara, así que nos llevó a una feria de ganadería, agricultura y artesanía, donde además probamos comida de la selva y los famosos anticuchos.
Una de las cosas curiosas de la feria fue el concurso de cuyes o conejillos de indias, donde se les pesaba y media para ver quien era el campeón de su categoría.
Al siguiente día tocó la visita a Ollantaytambo. Según nos contó Imelda hay una antigua leyenda inca que cuenta la creación de esta ciudad. Cuenta que Ollanta, general del inca Pachacuteq, amaba a una de las hermanas del inca, Kusi Qoyllur, este amor prohibido los llevó a escapar a una localidad cercana al Cusco donde empezó una rebelión, más tarde el sucesor de Pachacutec y hermano de Kusi los perdonó, haciendo que su amor fuese legal.
La localidad a la que escaparon llevó su nombre, Ollantaytambo.
Cuando llegamos a Ollantaytambo nos explicaron que el templo al sol que allí se edificó se realizó con bloques megalítico de piedra rosada que traían de una montaña de los alrededores, usando las crecidas del río.
No solo el templo que domina el cerro de la montaña es espectacular , además Ollantaytambo mantiene su estructura y arquitectura original desde la época inca,  haciéndote una idea de como serian los asentamientos del pueblo de esa época.
Para despedirnos de Ollantaytambo nos fuimos a comer a su mercado "al rinconcito oyantino" comida casera de calidad que recomendamos 100%.
Después de Ollantaytambo volvimos a Cusco. Llegó el momento triste de despedirnos de Imelda a quien le estamos eternamente agradecidos y que como ella sabe tiene nuestra casa abierta para siempre. Gracias!!! eres una campeona!!! y mucha suerte con tus proyectos!!!

ADRI&JUAN

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