Salimos de Cusco a las ocho de la tarde, por 35 soles el viaje no fue de lo mejor, una niña estuvo llorando, bueno, chillando durante seis horas seguidas, pero por fin, después de 11 horas de viaje llegamos a la "ciudad blanca", Arequipa. Habíamos quedado con nuestro anfitrión Renzo, a las ocho o nueve de la mañana, eran las 6 y teníamos que hacer tiempo. Como muchos de los que seguís el diario adivinareis a donde fuimos a pasar el tiempo. Sí, al mercado. Desayunamos, un buen plato de tallarines con pollo y un buen caldo de gallina. Con las pilas cargadas nos fuimos a conocer a Renzo que nos esperaba en su casa. Después de la charla para conocernos y tantearnos nos dispusimos a conocer el centro, ya que muy amable Renzo nos recomendó que hiciéramos el free walk tour que salía desde la plaza de armas. Para los que no lo sepan, se trata de un paseo por la ciudad comandado por estudiantes de turismo, que lo realizan a modo de prácticas, pidiendo una propina a cambio de sus servicios. A nosotros nos tocó con mucha suerte una guía espectacular, si tenéis la oportunidad de hacerlo preguntad por Clara, hacen dos tours uno por la mañana y otro por la tarde.
Tras la visión general de la ciudad que nos brindó Clara, nos dirigimos a comprar los billetes para hacer el cañón del Colca, un trekking que en un principio queríamos hacer solos por nuestra cuenta, pero una vez preguntado a varios locales nos advirtieron de que podía ser peligroso ya que los caminos no estaban marcados. Preguntamos en una agencia cuanto costaría un trekking de 3 días y 2 noches, y para nuestra sorpresa era más barato que hacerlo por nuestra cuenta. Transporte, alojamiento y comidas, todas salvo el almuerzo del último día, por 130 soles, aún no quisimos arriesgar así que después de preguntar decidimos ir a darnos un atracón para celebrar el santo de Juan en una picantería. Las picanterías serían para nosotros las ventas o guachinches. Clara nos recomendó "La nueva palomino" y al ver que también era recomendada en la Lonly pues nada, allá fuimos. Caminamos un poco pero mereció la pena. Nos sirvieron Jayaris, cuatro platos típicos arequipeños, ensalada de queso, ocopa de habas, manitas de cerdo y ubres.
La gastronomía peruana es impresionante. Ya con el estomago lleno, le dijimos un hasta luego a la picantería , ya que sabíamos que íbamos a volver y volvimos al tour operador para darles el sí, saldríamos al día siguiente a las 4 de la mañana, otra vez a madrugar...😢.
Dimos una vuelta por el centro de Arequipa y nos terminamos de enamorar de ella tras ver su puesta de sol y sus colores nocturnos.
Alomejor se preguntan por que la llaman "la ciudad blanca". Arequipa es una ciudad colonial rodeada de volcanes que aún están activos, por lo que estan constantemente en riego sísmico. Por ello los Arequipeños realizaron las construcciones aprovechando la piedra volcánica, resistente y de color blanco llamada sillar. A nuestro entender tiene un cierto parecido con Cádiz y pueblos de alrededor, su arquitectura es muy parecida.

Este es el volcán Misti, el más peligroso de los tres que rodean a la ciudad.
Después del paseo volvimos a casa de Renzo y nos acostamos esa misma noche nos recogerían. Para nuestra sorpresa, la multivan fue puntual, y nos recogió a su hora. A eso de las 7 de la mañana ya estábamos en Chivay, donde nos esperaba nuestro primer desayuno. Antes de llegar a Chivay existe un paso en altura al que denominan el mirador de los andes, se encuentra a 4950 metros sobre el nivel del mar, temimos al mal de altura pero la verdad que no lo sufrimos, paso importante para hacer un buen trekking, en este mirador pararemos a la vuelta para hacernos la correspondiente fotografía. Es increíble como aun existen volcanes muy activos que están expulsando azufre y ceniza, impresiona la verdad.
Tras el desayunos reanudamos el viaje direccion Cruz del Condor, otro mirador donde se pueden
observar las majestuosas aves sagradas de los incas. Leímos en internet que la Cruz del Cóndor era una estafa y que había mejores miradores que ese para observar las aves, así que llegamos sin mucha esperanza pero para nuestra sorpresa no solo pudimos verlas sino además tuvimos la primera visión del cañón algo maravilloso.
observar las majestuosas aves sagradas de los incas. Leímos en internet que la Cruz del Cóndor era una estafa y que había mejores miradores que ese para observar las aves, así que llegamos sin mucha esperanza pero para nuestra sorpresa no solo pudimos verlas sino además tuvimos la primera visión del cañón algo maravilloso.
Volvimos a la furgoneta y nos dirigimos hacia el punto donde empezaría el trekking. Allí conoceríamos a nuestro guía Frank. Podemos decir de él que es una gran persona y que hizo que nuestro trekking no solo fuese caminar y no nos perdiéramos, sino que conociéramos la cultura e historia de sus habitantes. Gracias Frank eres un buen amigo. Su contacto por si pensáis visitar el cañón es frankdelgadoTG@gmail.con y su facebook Frankuervo. Frank nos explicó que ese primer día realizaríamos una bajada de unos 1200 metros en 6 km aproximadamente y que llegaríamos después de 2 km. más al pueblo de San Juan donde pasaríamos la noche. La bajada, que decir de la bajada?, la podemos definir como revienta rodillas y matadora, pero con la recompensa de los paisajes.

Según Frank la gente del cañón realiza esta bajada con su correspondiente subida, para llevar y traer víveres en sus respectivos burros o mulas, y así lo comprobamos un señor con su hijo bajaba material de construcción para los hospedajes, todo es transportado en estas poblaciones.
Cuando llegamos a San Juan estábamos muertos, pero por suerte nos esperaba la comida de Doña Gloria, sopa de quinua y un saltado de alpaca. Pasamos el día conversando con algunos de los viajeros que nos acompañaban y conocimos a Fany una Colombiana que más tarde compartiría con nosotros alguna que otra cerveza.
Aquí estamos con Fany.
Ya se acercaba la hora de dormir, la luz solar ya se marchaba y en el cañón la luz eléctrica es muy preciada no se puede malgastar, así que recomendamos llevar linterna, pero esa noche nada importaba jugaba la selección peruana con la boliviana y había que animar al equipo!!! Quedamos todos en la cocina de doña Gloria para ver ganar a Perú.
No nos podemos olvidar de Edwin, un guía local que acompañaba a una norteamericana en su intención de cruzar el Colca a caballo, experiencia que desde luego debía de ser muy gratificante. Edwin hablaba y hablaba... nos contó historias del cañón que ya están olvidadas y otras recientes como la desaparición de Ciro un chico q viajó al cañón con su pareja, se perdieron y solo encontraron a la chica, ésta decía que Ciro fue a buscar ayuda y nunca volvió, lo encontraron después de un año en el fondo del cañón. Según Edwin hay diferentes teorías, pero la que él más cree es la que según la creencia popular las montañas tienen género y pueden ser machos o hembras, que cuando ellas deciden se cobran sus víctimas haciéndolas desaparecer, la montaña en la que se encontraba Ciro era hembra.
Nos levantamos sobre las 6 de la mañana y el amanecer en el cañón fue mágico, a las 7 ya desayunados emprendimos el camino hacia el oasis de Sangalle, pero aún pasando por un par de pueblos más.
En una de nuestras paradas nos ofrecieron el sancayo o kiwi de los andes, muy rico por cierto, Adriana compró dos.
Vistas del cañón.
Antes de comenzar la bajada en dirección al oasis paramos en un mirador desde el cual podía verse cómo se formaba el cañón desde hace millones de años por la erosión del río.
Y por fin el oasis. Llegamos cansados y con mucho calor, el fondo del cañón acumula el calor del sol en su interior, pero para nuestra sorpresa nos esperaba una piscina como esta!!!
Menudo baño nos dimos!!! Nada más que por esto recomendamos el tour de tres días, ya que el de dos días se llega muy tarde y ya el frío hace que no te apetezca bañarte. Pasamos una gran tarde comiendo, bebiendo, descansando y compartiendo un juego de cartas con nuestros amigos franceses, pero ya a las 6 de la tarde llegó la hora del partido, y solo había una televisión en todo el oasis, así que con Frank partimos hacia allí, porque teníamos que animar a Colombia!!! pero tristemente perdió en los penaltis Argentina se clasificaba. Antes de acostarnos Frank nos advirtió que la subida del día siguiente iba a ser dura, así que nos fuimos a la cama pensando que tendríamos que madrugar para ganarle tiempo al sol y poder subir entre las sombras. Eran las 5 de la mañana y ya nuestro grupo estaba preparado para el ascenso, con linternas en medio de la oscuridad comenzamos a subir, el día comenzaba a nacer y con ello el sol empezaba a reflejarse en las paredes del cañón
Tras dos horas y media de subida intensiva llegamos a los 3.300 metros de altura del cañón, la recompensa fue grande al ver que todos habíamos conseguido subir!!! La foto final de grupo no podía faltar.
Aquí estamos con Frank, Fany y nuestros amigos franceses, Adrien, Alison, Leila y Sebastian.
Llegó la hora de volver, llegamos a Arequipa super cansados, en casa de Renzo nos esperaban dos couch polacas, pero no eran muy animadas, puesto que Renzo nos propuso ir a tomar algo y conocer la noche arequipeña, las polacas dijeron que no pero nosotros aún con el cansancio dijimos que sí. Fuimos a comer unos bocadillos de chicharrones, quedamos con Fany, y después todo fue beber, bailar y divertirnos, la noche fue genial hasta que nos enteramos que a Adriana se le perdió el móvil, bajón, pero ya sabíamos que cosas así podrían pasar, así que al mal tiempo buena cara. Nos levantamos algo resacosos y nos fuimos con Renzo a comer ceviche, luego a casa a descansar, mañana última visita a Arequipa y última comida arequipeña, para eso nos quedamos un día más, para disfrutar la gastronomía peruana. Por la mañana fuimos a ver, el convento de Santa Catalina. Este convento se mantiene igual desde su fundación en el siglo XVI, ya que se trata de una congregación de monjas dominicas de clausura, es una ciudad dentro de otra ciudad.
¿Os recuerda a algo? Si!!! Parece un pueblo andaluz!!! Pero no solo eso además las calles tienen nombres andaluces!!!
Según nos contaron más tarde, los primero conquistadores que llegaron a Arequipa fueron andaluces. Del convento podemos decir que es muy recomendable su visita, aunque el precio no es de verdad lo que vale, 40 soles por persona, muy caro. Como recomendación si queréis ir con guía cerciorarnos de que sea buena, a nosotros nos tocó una señorita que mala no lo siguiente, escuchamos a las otras y nos dimos cuenta de que nos habían timado, fuimos a quejarnos y nos devolvieron el dinero.
Después de la visita volvimos al nuevo palomino, esta vez nos pedimos un surtido de comida arequipeña pero más contundente que la última vez, un súper picante!!!
Dimos nuestra vuelta final por Arequipa y volvimos a casa de Renzo para despedirnos, puesto que nuestro bus salía a las once de la noche con destino, Puno y el Lago Titicaca, gracias Renzo por tu hospitalidad.
ADRI&JUAN
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