miércoles, 17 de junio de 2015

12 y 13 de junio. Ica-Hucachina-Nazca

Llegó el día de visitar Ica. Salimos de Huacachina caminando, hasta llegar a la ciudad donde encontramos un colectivo que nos dejó en el centro. Era ya hora de desayunar, así que decididos nos dirigimos al mercado, nuestro lugar favorito.
Tiendita del mercado con sus característicos pollos de casi tres kilos.

Desayunamos y de allí nos fuimos directamente a la plaza de armas. En Ica no hay especialmente mucho que ver, pero lo que sí es una visita apasionante, fue nuestro paseo por el enigmático museo regional de Ica, el cual recomendamos 100%. En un recorrido de hora y media nos adentramos en la historia de la cultura andina precolombina, desde sus primeros pobladores hasta los últimos incas.
Ica es famosa por su buen vino así que era la hora de ir a probarlo, nos subimos en un taxi y nos llevó a una de las más importantes bodegas, las bodegas Tacama. Cuando llegamos parecía que entrábamos en una hacienda del siglo XVI.
Nos dieron una visita guiada donde nos explicaron la elaboración del vino, que por cierto como curiosidad, decir que las primeras uvas que se plantaron en la región son originarias de Canarias, así como la destilación del famoso pisco.
Viñedo de Tacama.
Después de la visita quisimos darnos un homenaje y brindar por un buen viaje y por supuesto por todos los que nos seguís en esta aventura. SALUD!!!!
Nos volvimos a subir al mismo taxi, y el taxista resultó ser un agrónomo retirado que precisamente sabía mucho sobre la agricultura de la región, durante el camino de vuelta mantuvimos una conversación muy animada y aprendimos mucho sobre el lugar. Ya en Huacachina llegó la hora de seguir divirtiéndonos pero esta vez con un poquito más de adrenalina, llegó la hora de los buggies y el sandboard.
Nada más montarnos en el buggie fue un subidón de adrenalina, el ruido del motor, las bajadas y los saltos, hacían que pareciese una montaña rusa natural, y que decir de los paisajes del desierto de Ica, impresionantes. Cuando llegó la hora del sandboard Adriana fue la primera valiente. En esta foto podéis verla tirándose por una de las dunas más altas.
Si los puntitos negros del fondo son personas. Era muy.....alta.

Para terminar y bajar la adrenalina acumulada, el buggie nos dejó contemplar la puesta de sol en el desierto, algo que nunca olvidaremos.
Antes de acabar el día fuimos a despedirnos de Juan, ya que sabíamos que al día siguiente nos iríamos a Nazca, y de allí a Cusco.
Eran las 9 de la mañana y ya estábamos en Nazca, con el billete comprado para Cusco a las 7 de la tarde, teníamos todo el día para disfrutar del pueblo y de sus famosas líneas o geoglifos. Decidimos primero dar un paseo y como no, conocer su mercado. El pueblo no tiene mucho que enseñar, pero sí que se veía con vida y mucha gente, así como bien cuidado. Compramos nuestra primera bolsa de hojas de coca y nos dirigimos hacia las líneas.
Por tres soles, menos de un euro, nos dejaron en medio del desierto donde encontramos una pequeña loma desde la cual en teoría podríamos tener las primeras vistas de las líneas.
Y así fue en un principio no veíamos nada pero de repente allí estaban, como pequeños senderos que no llegan a ningún sitio. Sencillo pero a la vez místico.
Caminamos una media hora por la panamericana en medio de la nada hasta llegar a un mirador desde el cual ya podrían divisarse alguna figuras. Desde ella vimos la figura de las manos, el árbol y el lagarto, cortada tristemente por la panamericana en dos. Una pena, pero así es. Aunque más tarde nos enteramos de que en la historia las líneas han sufrido múltiples destrozos, incluso por parte de greenpeace. Adriana con las manos.
El árbol.
Después de ver estas maravillas hechas por el hombre, o los extraterrestres. Cada cual que crea su teoría. Volvimos al pueblo de Nazca donde fuimos a comer a un local muy conocido por su pescado "a lo macho". Lo pedimos y nos encantó. Quisimos sacarle a la camarera la receta pero no hubo manera, secreto, nos dijo.
El local se caracteriza por sus paredes pintadas por viajeros que han pasado por allí, así que quisimos dejar nuestra huella.
Pero aún nos quedaba otra comida que probar del lugar, el pollo a la brasa de Rico Pollo, nos fuimos para allá y nos pedimos como valientes medio pollo para los dos...pero pensábamos en pollos...no en pavos!!! Menudo pedazo de medio pollo!!!
Luchamos mucho por acabar con él, cosa que luego nos arrepentiremos en el viaje hacia Cusco, que la verdad no queremos recordar. Eso sí nos montamos en el autobús sabiendo que Paraguay pudo empatar a los argentinos cuando iban ganando 2-0, vamos Paraguay ésta copa América es nuestra!!!!!

ADRI&JUAN

2 comentarios:

  1. Que chulo todo, sabes que nos encantaría vivir esta experiencia juntos ustedes pero de alguna manera, con vuestras palabras nos sentimos ahí con vosotros ... Gracias por compartir, gracias por ser así ... Seguid disfrutando

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