martes, 1 de septiembre de 2015

Días 14 y 15 de Julio. El Salar de Uyuni

El tour por el salar con la empresa NATURE ADVENTURE empezó con cambios, el conductor/guía no era el mismo y la cocinera se convirtió en un cocinero de 16 años. Como dijimos en el diario anterior el tour puede estar lleno de sorpresas, pero esta sorpresa no fue grata. Andrés, el conductor y su sobrino, el cocinero no hablaban, solo hacían explicaciones cuando llegábamos a los sitios e incluso tuvo malas contestaciones con nosotros, a las que terminamos discutiendo. Si por él fuera a los españoles nos crucificaran nada más bajar del avión en el aeropuerto, somos los culpables de que su país no sea la primera potencia mundial. Curioso fue que al final del tour terminó cenando con nosotros e incluso sonriendo que ya es un logro, no podemos asegurarlo pero ¿querría alguna propinilla?, ya era tarde. Esto fue lo peor del tour, como leímos en muchas páginas de internet el problema siempre es el conductor, así que no podríamos dejar de recomendar la agencia, barata y cumplen con lo pactado, pero les avisaría que ¡ Andrés no!, por favor.
Al margen de esto, el tour no incluye únicamente como todo el mundo piensa el salar de Uyuni, además podemos visitar otros salares más pequeños y el parque nacional de fauna andina Eduardo Avaroa.
El tour comenzó recorriendo las formaciones rocosas de la región cercana a Tupiza un paisaje espectacular que dejaba que la imaginación jugara a su antojo.
A lo lejos divisamos las primeras vicuñas salvajes que nos acompañarán durante todo el viaje hasta nuestro primer destino el hotel de sal de la ciudad de Uyuni.
El camino fue repetitivo pero no por ello menos fascinante, cuando ya llevábamos más de 5 horas en el auto comenzó de nuevo una nueva tormenta de arena, parecía que estuviéramos en una película apocalíptica conduciendo por las carreteras desérticas de Max Mad. Paramos en un pueblo minero, se rompió un amortiguador del auto y teníamos que buscar la pieza, Andrés nos culpó de ello e intentamos explicarle que no lo era pero su cabeza no daba para más. Ya nos acercamos a Uyuni y la tormenta parecía que no amainaba. Paramos en el pueblo para comprar los boletos que nos llevarían a Chile y caminamos algo por el pueblo en busca de un cambista. De Uyuni no podemos decir nada interesante, es un pueblo cutre en el que solo hay pizzerías y el archiconocido cementerio de trenes.
Tan solo disfrutamos de él por unos minutos, ya se hacía de noche y empezaba a bajar las
temperaturas por debajo de cero grados, además Andrés tenía que cambiar el amortiguador.
Llegamos al hotel de sal que estaba construido con ladrillos de sal y el suelo de sal, las mesas de sal, las sillas de sal, pareciera que sí, el hotel era de sal.
Adriane y Narcisa, nuestras nuevas compañeras.
Al día siguiente teníamos que levantarnos temprano, sería el día más largo y terminaríamos durmiendo a más de 4000 metros. Pero antes de dormir teníamos que decidir. En el salar existen dos rutas diferenciadas, una ruta en la que se verán 5 lagos diferentes y atestada de turistas y otra ruta más solitaria, de la que podemos afirmar que es muy solitaria, y donde además de ver lagos se observan formaciones rocosas. No podemos decir que el otro sea mejor o peor, pero sí podemos decir que elegimos bien, fue impresionante.
Eran las 5 de la mañana y una vez en carretera a los diez minutos ya entrábamos en el salar donde nos dio la bienvenida el gran monumento de sal que se hizo para conmemorar la ruta del Dakar por Bolivia.
Cuanto más nos adentrabamos más desolador parecía. El inmenso mar de color blanco hacía que no existiera vida a kilometros de distancia, hasta que llegamos a una pequeña isla en medio del océano donde sus únicos habitantes durante miles de años, eran los gigantes cactus que la coronaban y desde la cima de la isla pudimos observar la inmensidad del salar.
Y por fin, llegó la hora de jugar con el paisaje. La perspectiva funcionaba a nuestro antojo, desde crear diminutas Adrianas a crear gigantones Juanes.
Una vez salimos del salar cruzamos un pueblo minero casi abandonado donde antes se extraía minerales pero que ya no daba más de sí, por lo que las pocas personas que quedaban vivían exclusivamente del turismo del salar.
Dejamos el pueblo atrás y partimos hacia las formaciones rocosas más espectaculares que jamás vimos, estas formaciones volcánicas se formaron gracias a la erosión del viento y la lluvia, es increíble cómo las fuerzas de la naturaleza pueden crear tanta maravilla, incluso encontramos el mapa de Paraguay!!!!
Y llegó la hora de las lagunas. Cerca de los cráteres podíamos ver lagunas, a las que nombraban dependiendo del color del agua, el agua cambia de tonalidades gracias a las algas que nacen en ella que al reflejar el sol hace que reluzca su color natural.
Laguna blanca congelada. Estábamos a cero grados!!! Patinando sobre hielo!!!!
Observando la laguna negra.
Después de un tour de más de 10 horas por fin llegamos a nuestro destino, un pueblito de muy pocos habitantes al pie de los volcanes a más de 4000 metros de altura, algo nos decía que esa noche pasaríamos más frío que la anterior así que decidimos dar una vuelta y subir al pico más alto de los de alrededor, donde existía un calvario. La subida fue exigente porque llevábamos sentados en el 4X4 muchas horas y las piernas estaban entumecidas pero sin dudarlo Alberto se unió a nosotros y nos acompañó hasta el final. Cuando llegamos a la cima encontramos un fuselaje de una avioneta, cosa que nos dejó sorprendidos y a la vez nos advertía del lugar hostil al que estábamos haciendo frente.
Con nuestro amigo Alberto en la cima "aunque no se nos vea".
Después de la bajada cenamos con los demás compañeros y nos acostamos, pensando en los alucinantes paisajes que habíamos visto y los que nos esperarían al día siguiente.
El Salar "geometría"

ADRI&JUAN

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