“La hierba de las pampas cae y el ojo puede ver como el frío aumenta” (Kobayashi Issa)
Las mañanas a mas de 4000 metros de altura son frías, muy frías. Las manos duelen, el mate de coca se enfría rápidamente, los pies dentro de las botas no se sienten hasta que no comienzas a caminar y el pan en la mesa está duro por la congelación. Así son las mañanas en el tour del Salar.
Una vez en el coche el mate nos ayudó a mantener el calor y en solo unos minutos volvimos al camino que nos llevaría a la laguna roja. Antes de llegar a sus orillas paramos en un mirador desde donde contemplamos toda su inmensidad desde una perspectiva diferente.
Una vez en el coche el mate nos ayudó a mantener el calor y en solo unos minutos volvimos al camino que nos llevaría a la laguna roja. Antes de llegar a sus orillas paramos en un mirador desde donde contemplamos toda su inmensidad desde una perspectiva diferente.
La laguna estaba llena de aves pero las que más abundaban eran los flamencos chilenos, andinos
y de James, este ultimo caracterizado por sus patas rojas y su pico amarillo.
y de James, este ultimo caracterizado por sus patas rojas y su pico amarillo.
Una vez subimos al 4x4 nos pusimos en camino cruzando volcanes y subiendo en altitud hasta llegar a un nuevo salar donde el blanco de la sal se confundía con el color de la laguna que se perdía entre las montañas.
Aquí pasamos el momento más divertido del tour. Con valentía a menos de cero grados nos colocamos el bañador y nos dimos un baño!!! Sí, como suena!!! Una pequeña piscina natural por la que pasaba el agua a mas de 27 grados calentada por el calor de las profundidades de la tierra se encontraba cercana a la orilla del lago. Habían algunos turistas dispuestos a meterse y otros que miraban absortos, así que decididos nos metimos en el agua y fue lo más relajante de todo el viaje, a parte de reírnos un rato!!! Que frío al salir!!!
Desde aquí hicimos una visita rápida al valle de Dalí, un paisaje surrealista donde parece que estás dentro de un cuadro del pintor catalán, podríamos decir que fue espectacular pero en realidad no fue tanto, aunque eso sí, fue más que curioso. Y cuando ya creíamos que lo habíamos visto todo...nos encontramos con esto.
Unos de los paisajes más bellos de todo el recorrido, el volcán Licancabur a orillas de la laguna verde. Donde incluso no solo contemplamos sino ademas tomamos el sol un rato.
Este fue el ultimo día en el tour del salar, y una vez acomodados en el albergue que se encuentra a 10 minutos de la frontera con Chile descansamos hasta que llegó la noche donde aprovechamos para ver las estrellas en un lugar donde la contaminación lumínica es inexistente. El universo entero fue para nosotros durante los pocos minutos que pudimos aguantar el frío del exterior.
A la mañana siguiente cruzaríamos la frontera junto con Alberto y Alfredo y nos dirigiremos hacia San Pedro de Atacama con dos sellos más en el pasaporte dejando atrás a las chicas y a nuestro querido Andrés.
Pataska |
Con el estomago lleno decidimos caminar un poco y acercarnos al desierto. A pocos kilómetros se encuentra la garganta del diablo (que manía de poner nombres satánicos a las cosas), unas formaciones rocosas que dan lugar a una garganta de varios kilómetros que terminan en una duna gigantesca.
Donde no solo se hace sandboard sino también se puede pasear a caballo mientras observas la inmensidad del desierto.
Después del paseo de mas de tres horas llegamos cansados con la idea de dormir, solo pensábamos en dormir, ya que a las cuatro de la mañana pasaran a buscarnos para ir a visitar los géiseres.
Después del paseo de mas de tres horas llegamos cansados con la idea de dormir, solo pensábamos en dormir, ya que a las cuatro de la mañana pasaran a buscarnos para ir a visitar los géiseres.
ADRI&JUAN
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